El entrenamiento con restricción de flujo sanguíneo cada vez está siendo más utilizado en los centros deportivos con diferentes objetivos.
Puede ser una estrategia a tener en cuenta cuando se quiere/tiene que reducir la carga de entrenamiento y el objetivo es la mejora de la fuerza o la hipertrofia.
Pero también puede ser interesante para mejorar la resistencia o el dolor. También para mejorar la calidad de vida de cardiópatas.
En este capítulo hacemos un repaso sobre la evidencia científica, recomendaciones y posibles riesgos de este tipo de metodología.